El presente texto hace una distinción entre "concepción del mundo" y "conocimiento científico", siendo el primero un conjunto de valores o principios que abarcan una realidad completa e irreductible, imposible de ser resolubles por los métodos científicos como la verificación y la falsación empíricas o la argumentación analítica. Ahora bien, desde una concepción del mundo que tome a la ciencia como cuerpo de conocimiento, se estará por delante y por detrás de la investigación positiva, en tanto que intentará construirse de acuerdo con la marcha y resultados de la investigación (por detrás), y como visión general de la realidad la inspirará la investigación positiva misma (por delante).
La concepción marxista del mundo, se rige por los principios de "materialismo" y "dialéctica" y está basado en una concepción inmanetista del mundo, en la que el mundo se explica por sí mismo a través de sus leyes. La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reductiva. Esto quiere decir que la ciencia es en sí misma reductiva, eliminando los factores irracionales complejos y cualitativos. Es un análisis ciertamente exitoso, que se descompone en dos aspectos: por un lado está la reducción de fenómenos complejos homogéneos y elementales, permitiendo penetrar en la realidad, pudiendo hacer preguntas muy exactas, falsando fácilmente las hipótesis que no sean verificables. Por el otro lado, el análisis reductivo permite la fomación de conceptos más adecuados. Estos conceptos son invariablemente "generales" formando parte de las "leyes generales".
El pensamiento diléctico abarca un campo muy distinto, el de los "todos" o "totalidades concretas". La concepción del mundo, desde ésta perspectiva, tiene que dar explicación a éstas totalidades, que quedan fuera del alcance de la ciencia positiva.
Por tanto, el objetivo del "materialismo dialéctico" consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo. ¿Cómo?. Estructurando los datos positivos dentro de las totalidades concretas, dialécticamente, porque estamos hablando de individuos vivios que pertenecen a unas particulares formaciones históricas o "situaciones concretas" según Lenin.
Como opinión personal, no estoy de acuerdo con una concepción del mundo obsesionada por encontrar significado a las "totalidades" porque es algo tan remoto e inexplicable que sólo se puede acabar cayendo en la trampa de los dogmatismos, como nos demuestran casi todas las concepciones del mundo. Creo que lo que refleja esta lectura es que efectivamente ha habido un peso muy importante de la filosofía dialéctica a lo largo de la historia, mientras el inmanetismo ha sido postergado a la fuerza por quienes estaban interesados en que así ocurriera. Sin embargo, las últimas décadas de progreso social y moral nos han permitido otorgar a la ciencia el papel que siempre debió jugar. La ciencia debe ser el camino de explicación de aquello que pueda ser explicado. Aquello que no pueda ser explicado no debe caer en las manos de quien usa la dialéctica para tratar de explicar lo inexplicable.
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